En las relaciones de pareja es común que pasado un tiempo ya no sintamos los mismos sentimientos por la otra persona o incluso no queramos volver a verla.
Causas
La causa de esta nueva sensación podría residir en haber dejado de lado durante demasiado tiempo nuestras propias necesidades para aceptar las características del otro. Puede ser que estemos acostumbrados a dejarnos de lado para no ser abandonados y no perder a los demás. Sin embargo, este dejar de lado nuestras necesidades nos hace infelices y comenzamos a renunciar a todo lo que nos define como persona.
Aunque nos parezcan pequeños sacrificios, algunos de ellos podrían tener grandes consecuencias para nuestras vidas. Intentamos dejar de lado nuestras necesidades, pero al ignorar nuestras emociones conseguimos exactamente el efecto contrario. Nuestros sentimientos deben ser escuchados porque nos están advirtiendo, nos están diciendo que algo anda mal y que tenemos el poder de arreglarlo y cambiar las cosas.
Intente hacerse estas preguntas:
¿Qué te dice el sentimiento que sientes? ¿Estás sacrificando una parte de ti mismo? ¿Qué importancia tiene esta parte? ¿Puedes renunciar a ello? Si ya te has rendido, ¿cómo te hace sentir este abandono?
Cuando tengas momentos tristes intenta preguntarte ¿qué te pone triste? ¿Qué podrías hacer tú para cambiar esta situación? No temas responder estas preguntas, sólo tú lo sabrás. Si admites que es su actitud lo que te entristece, admitirlo no significa dejarlo. Busca un diálogo sincero contigo mismo.
Haga un balance de cuánto tiempo se siente feliz en su relación y cuánto tiempo se siente infeliz.
¿Qué tan mal te hacen sentir los momentos infelices en una escala del 1 al 10?
¿Por qué no puedo dejarlo?
Algunas de las causas que te hacen sentir tan mal por dejarlo pueden ser:
El miedo a la soledad
El miedo a que el dolor que sentirás sea mayor que el dolor que sientes estando con él
Miedo a los juicios de otras personas.
Amenaza a la autoestima: romper significa que no soy capaz de tener una relación/ No soy capaz de amar/ No soy capaz de hacerme amar
Todos estos son miedos muy normales, es miedo a lo desconocido. Pero romper también es una demostración de valentía y amor propio. Sólo tienes una vida (hasta donde sabemos) ¿cuál es el punto de vivir en relaciones infelices?
¿Qué hacer?
Para empezar a tener un diálogo sincero con tus emociones y contigo mismo, es importante que intentes responder estas preguntas sobre la relación.
Anota las posibles consecuencias de la ruptura. ¿Te parecen insuperables?
¿Puede esto realmente suceder?
Escribe sobre consecuencias más positivas.
¿Cómo será tu vida sin él/ella? ¿Cómo te sientes?
¿Crees que si hablaras de ello con tu pareja podrías tener un diálogo maduro? Intente hacer esto si es posible. A veces un diálogo sincero es la mejor cura.
Las relaciones definitivamente tienen altibajos. Sin embargo, una relación no es una jaula. No hay sólo un hombre o una mujer. No hay sólo relaciones en las que te critica. No hay sólo relaciones en las que él/ella mira televisión y tú limpias. Pero, sobre todo, no es el único que puede hacerte sentir comprendido, amado y seguro. Estas seguridades, estas necesidades, las puedes satisfacer tú solo. Eres tú quien puede marcar la diferencia, puedes hacerte feliz incluso por tu cuenta. Es un camino muy difícil y arduo pero un psicólogo puede ayudarte a encontrar tus habilidades y recursos ocultos. ¡Puedes sentirte bien!