Las características de la relación tóxica
El actor involucrado no tiene la suficiente claridad y desapego para reconocer los lados nocivos de la reacción que está experimentando, a pesar del sufrimiento que esta condición le causa. Intentemos identificar las características más comunes de estas relaciones.
- Uso de tácticas manipuladoras
Las personas en este tipo de relaciones a menudo están tan enredadas en la relación que no ven la manipulación y los comportamientos tóxicos como lo que son. La manipulación se utiliza a menudo como una forma de controlar u obtener lo que quieres de tu pareja y puede adoptar muchas formas diferentes. Por ejemplo, la pareja podría ser controladora haciendo que la otra persona se sienta culpable o aprovechando sus inseguridades.
Una vez más, también puede intentar manipular la situación y los acontecimientos para que la persona comience a cuestionar su propia memoria y percepción de la realidad.
- Comportamientos pasivo-agresivos
Las conductas pasivo-agresivas tienen que ver con la tendencia a expresar los sentimientos negativos de forma indirecta, en lugar de comunicarse abiertamente con la pareja. Por ejemplo, una persona puede permanecer en silencio ante su pareja cuando está enojada o puede no participar en comportamientos amorosos como una forma de castigar a su pareja. Este tipo de comportamiento puede ser tan dañino como formas más abiertas de agresión y, a menudo, puede dejar a la otra persona confundida y dudosa de haber hecho algo mal.
- Niveles intensos de celos
Los celos son una emoción fisiológica y pueden ser una reacción a una amenaza a la relación. Sin embargo, cuando los sentimientos de miedo, ira y tristeza relacionados con los celos se vuelven excesivos y comienzan a dañar la relación, los celos se vuelven tóxicos. Las personas con un estilo de apego ansioso son más propensas a experimentar celos tóxicos porque a menudo tienen un miedo profundo a ser abandonadas. La posibilidad de que su pareja los deje puede desencadenar estos sentimientos de celos que luego pueden conducir a conductas posesivas y controladoras.
Los celos pueden manifestarse de diferentes maneras, por ejemplo, sintiéndose amenazado por otras relaciones cercanas de su pareja con otras personas o sintiéndose posesivo y controlador hacia su pareja.
- Discusiones y conflictos frecuentes
Todas las parejas discuten de vez en cuando, pero cuando discutes más de lo que te llevas bien, es señal de que algo anda mal.
Las discusiones frecuentes son una señal de toxicidad en una relación, porque indican que hay muchos conflictos sin resolver. A menudo, esto puede generar más problemas en el futuro, como resentimiento y amargura, y puede reducir la satisfacción con la relación en su conjunto.
- Críticas constantes
En una relación sana, los socios pueden dar y recibir críticas de manera constructiva. Esto significa que la crítica es específica, objetiva y dirigida a resolver un problema. La persona que da el feedback también sabe escuchar, ser proactiva y criticar un determinado comportamiento sin que la pareja se sienta atacada.
Por otro lado, la presencia de críticas constantes sin poder encontrar nunca algo bueno en el comportamiento de la pareja suele asociarse a relaciones tóxicas. Las críticas frecuentes tienden a destruir la autoestima y el sentido de valor personal de la persona criticada.
- Falta de confianza
La confianza representa un elemento esencial para el funcionamiento de cualquier tipo de relación. Permite que las personas se sientan seguras unas con otras.
La falta de confianza en una relación tóxica puede manifestarse de varias maneras, como, por ejemplo, una pareja demasiado posesiva o celosa, o una pareja que espía los mensajes de texto y correos electrónicos del otro. La falta de confianza también puede ocurrir cuando uno de los socios miente u oculta información repetidamente al otro.
- Comportamientos controladores
Una persona podría dictarle a su pareja cómo vestirse o decidir con quién debería o no pasar el tiempo o incluso tratar de controlar la conversación no escuchando o interrumpiendo regularmente al otro.
El comportamiento controlador suele ir de la mano del abuso emocional, que a menudo se considera un precursor del abuso físico.
- Falta de apoyo
En una relación tóxica, uno o todos los socios pueden negar el apoyo cuando es necesario. Esto puede dificultar el afrontar los grandes y pequeños retos de la vida diaria y puede hacer que te sientas aislado y solo, lo que te lleva a sentimientos de desmoralización.
- Sentimientos de ira intensa
La ira también es una emoción que todo el mundo siente, pero cuando es constante, frecuente o desproporcionada con la situación, puede resultar problemática, sobre todo porque puede derivar en comportamientos violentos o agresivos. Las acciones violentas hacia objetos resultantes de la ira también representan importantes señales de alarma.