¿Establecer límites en las relaciones? es indispensable
Establecer límites en las relaciones es una acción protectora y saludable.
No se trata de levantar muros con el objetivo de aislarse, sino todo lo contrario.
Sin embargo, mucha gente piensa de esta manera.
Este prejuicio podría ser una de las razones por las que muchas veces este proceso de toma de decisiones, hacia uno mismo y sus relaciones, no se pone en práctica.
En realidad, se trata de una acción imprescindible para tu bienestar mental.
Sin duda, trabajar tus límites en un curso de consulta, apoyo o psicoterapia psicológica tiene efectos preventivos, además de terapéuticos, a medio y largo plazo.
¿Por qué?
Tener un sentido claro de los límites puede protegerlo de numerosas fuentes de ansiedad.
Establecer límites claros a las demandas que le impone su entorno relacional puede evitar sobrecargarlo emocionalmente.
⇒ Si no te pones límites claros, uno de los riesgos puede consistir en un aumento de tu sensación de impotencia, determinada por intentos de mantener bajo control dinámicas sobre las cuales tu poder es marginal, aunque creas que no es así. .
Decidir establecer límites o fronteras significa ante todo permitirse ver multiplicadas sus posibilidades de elección.
¿Como?
En concreto, el trabajo psicológico sobre tus límites puede sin duda ayudarte a pasar de una posición pasiva de aceptación incondicional hacia el mundo, las relaciones y el futuro, a una condición existencial más activa, en la que te consideras el arquitecto de tu futuro, gracias a una renovado sentido de autoeficacia.
Trabajar los límites de tus acciones y sentimientos te permitirá aumentar tu capacidad de hacer que las cosas sucedan, interviniendo sobre la realidad (agencia), porque tendrás más energía disponible y aprenderás cómo y hacia dónde dirigirla.
También aumentará su sentido de responsabilidad al disminuir su atribución de culpa a los demás.
¿Medir qué?
Trabajar para redefinir los propios límites, sin haberlo hecho nunca antes de manera sustancial, significa dar una medida:
al tiempo que dedicas a los demás
a su implicación en las relaciones familiares
a las emociones que experimentas, si eres una persona muy sensible y especialmente empática
a las solicitudes que te hacen
para compartir espacios y experiencias.
Construyendo límites en las relaciones: ¿qué pasa si no lo haces?
#1 Puede que te sientas cansado, agotado y frustrado sin entender por qué.
#2 Las exigencias de los demás pueden abrumar tus posibilidades y en lugar de darte cuenta, el riesgo es que te sientas culpable.
#3 Las relaciones sin un adecuado sentido del límite pierden con el tiempo su poder generativo y aumentan su poder destructivo, con el riesgo de una sobrecarga emocional realmente agotadora.
Las reacciones de los demás cuando decides poner límites
Cuando decides establecer límites en el contexto de tus relaciones, esta elección tuya puede activarse en el otro:
enojo
la percepción de ser marginado injustamente
la percepción de que su relación se define en términos unilaterales y arbitrarios.
El concepto de límite/frontera evoca sin duda imágenes de separación, división, desapego.
Además de esto, establecer límites significa cultivar el sentido de:
medida
balance
armonía.
Más aún si estabas acostumbrado a dar demasiado en contextos relacionales en los que este método resultaba realmente infructuoso y agotador.
Para concluir, propongo una reflexión en forma de pregunta:
¿En qué tipo de límites puedes empezar a trabajar para sentirte mejor?