Cambios inesperados en los hábitos sexuales. Deberíamos considerar como normal una disminución progresiva en la frecuencia de la actividad sexual en una pareja duradera, como resultado de la costumbre, mientras que una disminución repentina podría ocultar muchas otras causas. La pareja infiel suele buscar mil justificaciones para no tener relaciones sexuales, por ejemplo el cansancio, que a la larga no resultan creíbles. Aunque en la mayoría de los casos la calidad y cantidad del sexo empeora, hay casos de traición en los que sucede algo diferente: la pareja infiel puede adoptar nuevos hábitos en la cama o hacer peticiones que nunca antes habían sido expresadas. O podría volverse más proactivo que en el pasado al pedir hacer el amor, dando la impresión equivocada de estar más involucrado que nunca.
2Cambios bruscos de apariencia, intereses y gustos. Los cambios más evidentes, en este sentido, se refieren al aspecto físico. La pareja infiel podría decidir de repente ponerse a dieta, renovar su look o incluir en su armario prendas que nunca antes había apreciado. Además, puede haber cambios repentinos en sus gustos culinarios, por ejemplo puede decidir seguir una dieta vegetariana o probar alimentos que antes había evitado. También podría cambiar sus gustos musicales o cinematográficos, acercándose a nuevos géneros o mostrando la intención de frecuentar lugares o locales que le resultan inusuales. Puede hablar usando nuevos modismos o hacer gestos que no reconocemos como suyos. Podría mostrar nuevas propensiones respecto a la posesión de símbolos de estatus: por ejemplo, expresar la necesidad de comprar un teléfono móvil mucho más caro o de cambiar el coche por un modelo más «llamativo». En este caso, la experiencia importa mucho: cuanto más dure la relación, más probable será que nos llamen la atención incluso cambios apenas perceptibles en su comportamiento.
«Un cambio en el comportamiento de tu pareja no debe tomarse, en sí mismo, como un indicio de traición. Sin embargo, podría producirse un cambio significativo y repentino».
3Cambios de humor, sentimientos de ira y culpa sin motivo aparente. En una pareja infiel la ansiedad, la tristeza, la ira y los sentimientos de culpa se manifiestan de repente. Por ejemplo: puede volverse especialmente susceptible con respecto a ciertos temas, negándose a abordarlos, o de repente se enoja ante nuestras preguntas o se comporta como si fuera culpable. Puede alternar entre momentos en los que está triste y momentos en los que está eufórico y emocionado sin motivo aparente. Podría comportarse de una manera que produzca discusiones y enfrentamientos, por ejemplo adoptando una actitud hipercrítica hacia nosotros. Como es de imaginar, esta podría ser una estrategia más o menos inconsciente para conseguir que la relación se deteriore. Otro signo muy importante de las dificultades emocionales de tu pareja es la calidad de su sueño. De hecho, una pareja que le engaña a menudo tiene dificultades para dormir, o tiene un sueño inquieto o se despierta con pesadillas. Otro signo que no debe pasarse por alto es la aparición repentina de somatizaciones, es decir, trastornos físicos que, sin embargo, no tienen causas claramente identificables.
4Cambios en el uso del móvil y de las redes sociales. Evidentemente, los medios de comunicación preferidos en una traición son los informáticos. También en este caso podemos sacar muchas pistas de la actitud de la pareja: ¿pone su móvil en modo silencio incluso cuando está en casa? ¿Evitas dejarlo desatendido de alguna manera? ¿Lo proteges con contraseña? ¿Has adquirido el hábito de apagarlo por la noche? ¿Parece agresivo o a la defensiva cuando le preguntamos sobre estos comportamientos? Sus hábitos en cuanto al uso de las redes sociales también podrían cambiar: podría evitar acceder a su perfil cuando no esté solo o podría intensificar los accesos. La aparición repentina de contactos o amistades en su perfil podría ser señal de que frecuenta un nuevo grupo de conocidos vinculados al amante. Además, podría llevar a cabo conductas para inutilizar su ordenador mientras está fuera de casa: podría, por ejemplo, llevarse el cable de alimentación del portátil o quitarle la batería para que nadie pueda acceder a él.
Disminución repentina del tiempo pasado en casa o en actividades de pareja. Una nueva relación requiere tiempo para desarrollarse y, por tanto, la pareja infiel podría adoptar las más diversas justificaciones para estar fuera de casa. Podrías, por ejemplo, decir que te han asignado más responsabilidades en el trabajo, una nueva tarea o que tienes que hacer cambios en tu horario. O puede que nos llame a menudo para decirnos que tiene que retrasarse porque se ha retrasado en sus compromisos. Alternativamente, podría justificar el tiempo que pasa fuera de casa alegando la necesidad de ver más a sus amigos o de retomar una actividad o hobby, por ejemplo el deporte o el gimnasio. Junto a estos nuevos «intereses», las amistades de las que habla podrían aparecer de la nada para explicar su ausencia.
6Incapacidad para recordar con precisión eventos, aniversarios y actividades realizadas juntos. Por estrés, culpa o simplemente por su implicación emocional en otra relación, la pareja infiel puede olvidar aniversarios, como nuestro cumpleaños o el aniversario de la relación, o confundirse o tener falsos recuerdos de situaciones del pasado. Puede caer en error o contradicción cuando intenta recordar actividades realizadas con uno u otro compañero e insistir en haber frecuentado un lugar con nosotros cuando, sin embargo, es evidente que no es así. En el momento en que le demostramos lo contrario, puede que no se comporte como si se tratara de un simple olvido, sino que se sonroje, busque justificaciones o se vuelva agresivo, siguiendo manteniendo que tiene razón.
7Necesidad repentina de mayor privacidad. La cantidad de privacidad que necesitan los miembros de una pareja no es un indicador de la calidad de la pareja en sí, porque depende de factores personales como la educación con la que fueron criados. En cambio, los cambios repentinos en la necesidad de privacidad podrían ser una pista de infidelidad. Encerrarse en el baño sin haberlo hecho nunca antes o pedir uso exclusivo de una habitación del apartamento son ejemplos de ello. Otros ejemplos sospechosos son: insistir en lavar algunas prendas por separado de otras, cambiar la dirección de destino de su extracto bancario (tal vez enviarlo a su lugar de trabajo) o tomar otras medidas para ocultar los gastos incurridos, como guardar efectivo en un lugar diferente al habitual.